lunes, 24 de noviembre de 2014

El sexo profesional, de cerca

Fantasear es algo que nos encanta hacer con el sexo. Fantasear con hacerlo de formas diferentes, con muchas o pocas personas, experimentando con juguetes, con posturas, alimentos, látex… Está claro que la imaginación es un estímulo muy poderoso. Y un ingrediente que nos ayuda a lanzarnos más allá en lo que a sexo se refiere es el porno.

Estas películas de contenido adulto son un espejo del que aprender, una chispa que enciende encuentros sexuales en miles de casa. Las tenemos como referencia y como algo común, en muchos hogares, pero ¿qué pasaría si nos encontráramos con una de esas estrellas del porno cara a cara? Pues justamente esto es lo que pasaría:


Este experimento sociológico a todas luces interesante formó parte de la campaña para publicitar el Salón Erótico de Barcelona de este año, pero ha ido mucho más allá del propósito inicial y se ha convertido en un vídeo viral que ya va por más de cinco millones y medio de visualizaciones en YouTube. ¿Qué nos dice eso? Que el experimento es interesante y que el sexo nos llama, nos llama mucho. Nos gusta imaginarlo, hacerlo y hablar de él. Pero sobre todo resulta estimulante desacralizarlo, ver qué pasa cuando las estrellas del porno bajan a la tierra y se encuentran con cualquiera de nosotros. Lo mismo ocurre con las escorts, comúnmente conocidas como prostitutas de lujo y que para la mayoría de nosotros parecen ser inalcanzables.


Las escorts, de cerca

Escorts o chicas de compañía las hay de muchos tipos. Las hay que te acompañan a viajes de negocios internacionales, las que hacen de tu acompañante en eventos formales como cenas de negocios, las que hacen casi todas las prácticas sexuales y las que detallan claramente cuál es su carta de servicios y qué queda fuera de ella. También las encontrarás de todas las edades, desde las que se agrupan por tramos de edad y profesión -como en la agencia de escorts de Barcelona Universitarias Catalanas- a las que van más por libre. Y en cuanto a servicios, hay un mar de ellos donde elegir. Desde chicas para viajes de negocios, a despedidas de soltero, a escorts que se ofrecen para hacer tríos, para tener sexo en una limusina o para protagonizar tus fantasías eróticas más alocadas. Todo cabe y el precio no es tan privativo como se podría pensar.

El quid de la cuestión está en probar, en investigar, en hacer lo que hacemos en el sexo más de “estar por casa”. La clave está en dejarse llevar como hacen algunos de los protagonistas del vídeo Touch Me, en romper mitos y en jugar a encontrar el placer, que es de lo que se trata.  

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