miércoles, 23 de diciembre de 2015

La noche más caliente...


Cogió el coche y se plantó en el trabajo de su novio. Eran las ocho de la noche, un viernes, sin planes. Cuando le recogió sólo estaba cansado y sin ganas de nada. Se montó en el coche sin cruzar más que cuatro palabras y se dejó caer sobre el asiento. Eric no era demasiado hablador pero ni falta que hacía. Marta esta noche iba a ser quien lo dijera todo. Y dijo una palabra mágica: escort en Barcelona. 

Eric no prestaba mucha atención así que no entendió bien de qué iba la cosa cuando ella empezó a contárselo... Cuando llegaron a casa ella ya tenía toda su atención (y excitación). Una noche con una escort en Barcelona se presentaba como la noche de sexo más salvaje que hubieran tenido en mucho tiempo. Y la realidad iba a ser aún mucho más intensa.

Empezando la noche
Llegaron a casa y cenaron algo rápido. Se morían de hambre pero más ganas tenían de lo que iba a venir después. Y no tardó en presentarse en su puerta un templo a la voluptuosidad. El nombre de la escort era Heloisa, una brasileña rotunda con una melena rizada y unas curvas que apenas se insinuaban debajo del vestido y ya hacían perder el sentido.

Entró, se sirvieron unas copas y enseguida ella demostró por qué era escorts en Barcelona. O más que eso, por qué le encantaba ser escorts en Barcelona. Empezaron hablando de fantasías, de alguna anécdota sexual, de alguna intimidad de la pareja... y enseguida un juego de rol empezó a hacer que perdieran la vergüenza y poco a poco la ropa para acabar subiendo a prisa la escalera. Ni llegaron a la habitación. A caballo de varios escalones la escorts en Barcelona colocó a Eric frente a Marta y empezó a hacerles sexo oral. Primero a él mientras Marta recorría todo el cuerpo de él, mientras él empezaba a masturbarla suavemente… Y luego a ella. Eric la devoraba con la mirada. Las devoraba con la mirada a las dos mientras empezaba a penetrar a la escort por detrás, agarrándola del pelo, mientras ella jugaba y se sometía a sus deseos y volvía loca de placer a Marta con un cunnilingus.

A estas alturas, que los vecinos pudieran verles a través de la cristalera del salón… era lo que menos les importaba. De hecho no les importaba nada más que lo que estaban haciendo. Y llegaron a la cama mientras se rozaban como animales, mientras jadeaban por más. Y la cama, el escritorio, la ducha… vieron todo lo que tenían que hacer. Eric ya ni se acordaba del cansancio cuando salió de la oficina hacía apenas unas horas. Marta jamás había actuado de forma tan animal y lasciva. Aquella chica sabía espolear sus instintos más bajos y le encantaba lo impúdica que eran su mirada y lo impúdicos que eran sus gestos, lo ardiente y desatado y bruto a ratos que estaba Eric.

Sin duda esa escorts en Barcelona sabía cómo convertir una noche cualquiera en la noche más caliente. Volverían a llamarla pocos días más tarde…

Si te ha gustado el relato, no lo dudes y comparte en redes sociales.

martes, 22 de septiembre de 2015

¿Has practicado alguna vez la lluvia dorada?

La lluvia dorada es un gran qué. Muchos/as no se atreven a hacerla (o imaginarla) si no es con escorts en barcelona o con gente de mucha confianza. Pero aún así la lluvia dorada suele ser bastante un tema tabú. ¿Asco o placer intenso?


Como en el sexo, como en la vida, todo depende de los gustos de cada uno/a y de las ganas que tenga de experimentar. Depende de si eres más abierto de mente o quizás un poco menos, de lo mucho que hayas probado ya y hasta dónde quieres llegar por experimentar.


Lluvia dorada con escorts en barcelona




La práctica de la lluvia dorada: ¿cómo hacerla?

Una vez has decidido que quieres que te meen o mear en pleno sexo, lo importante es tener un poco de idea de cómo va la cosa. Con escorts en barcelona por ejemplo es bastante fácil, porque ellas saben cómo hacerlo y te van a guiar en el proceso. Si lo haces por tu cuenta, hay algunas cosas que debes saber.


Un punto de partida: beber líquidos

Es un proceso fisiológico y lo mismo que cuando debes hacerte una analítica te toca prepararte bebiendo agua, para la lluvia dorada también. No hace falta que bebas sólo agua. Si lo tienes en mente puedes ir bebiendo refrescos o cava con la cena para ir preparando lo que luego vendrá. A veces simplemente tienes ganas de orinar durante el sexo y es cuestión de no controlarse, de dejarse ir sobre la pareja. Pero si es tu primera vez lo mejor es que tengas un poco de ayuda.


Sin presiones

Una clave para disfrutar de la lluvia dorada es que lo hagas sin nervios, sin estr preocupado/a por cómo irá. Simplemente hazlo y disfruta del momento. Deja que sea algo natural y si no va perfecto pues ya repetiréis, pero lo importante es que el sexo sea en general placentero. ¿Por qué te decimos esto? Porque hay parejas que lo intentan por primera vez y se esfuerzan/concentran demasiado en conseguir la lluvia dorada perfecta. Eso hace que lleguen al orgasmo por ejemplo pero no consigan orinar antes, o que por la tensión del momento no consigan una lluvia dorada como querrían… Así que el truco es que lo hagas como lo harías con escorts en barcelona. Entrégate al sexo y que pase lo que tenga que pasar.


Dónde hacerlo  

Bueno, hay muchos sitios donde puedes hacerlo: la cama, el suelo, en un polvo callejero… Quizás el escenario más recomendado sea la ducha, sin embargo. ¿Por qué? El entorno de humedad puede ayudarte a mear pero sobre todo es un sitio práctico para no ensuciar demasiado. En la ducha todo queda recogido y el agua se lo lleva. En una cama puede ser un poco más complicado.  


Y un consejo final. Hazlo si te apetece, cómo y dónde te apetezca. Es decir, no pienses demasiado y sólo haz lo que te pida el cuerpo. Y tú, ¿has practicado alguna vez la lluvia dora? ¿Qué tal fue la experiencia? Déjanos tus comentarios.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Hacer un trío es fácil... si sabes cómo. ¡Bienvenido/a a las páginas de dating!

A veces para encontrar lo que buscas sólo necesitas buscar en el sitio indicado y, eso, es más fácil gracias a Internet. Pincha el siguiente enlace y tendrás un poco más claro de qué te hablamos. 

Se trata de PaginasDating, una web donde te explican de forma muy clara qué puedes encontrar en Fuego de vida o en otras páginas de dating. Así sabes exactamente a dónde vas y para qué, qué puedes proponer y qué fantasías deberías guardarte para ti. Pero ocurre que Fuego de vida es ideal para volcar todos tus deseos… 


Fuego de vida, el sitio que cambiará tus noches



Fuego de vida es una de las principales páginas hispanas para relaciones sensuales y contactos. Eso quiere decir que hay muchos usuarios con los que puedes interactuar y que cada uno/a ya sabe por qué está allí… Con Fuego de vida no te ocurrirá como en otras webs o chats, donde los usuarios y usuarias parecen querer mucho pero a la hora de la verdad no se atreven a llevarlo a cabo.




En Fuego de vida sí se conoce a gente y sí se mantienen relaciones sensuales. Además hay cantidad de opciones que pueden interesarte: chico busca chica/a, chica busca chica, pareja busca a chica… Y en este último punto la delicia es máxima. Porque en “la vida real” (por decirlo de algún modo) proponer a alguien un trío es bastante complicado. Por el miedo a que lo rechace, porque tenemos una relación de amistad con esa pareja y no queremos que la cosa se enturbie, por mil razones.

Mediante Fuego de vida todo es mucho más fácil y cómodo. Cero preocupaciones. Si os gustáis, quedáis. Si no, siguientes candidatos. Y tan ricamente. Y cuando encuentres a alguien que te estimula de verdad con total libertad podréis llevar a cabo vuestras fantasías. 

Así que si estás pensando en hacer un trío… no te lo pienses más y visita Fuego de vida. ¿No pierdes nada, no? ;)

miércoles, 29 de julio de 2015

Por qué debes probar un masaje erótico a cuatro manos

Los masajes a cuatro manos son una delicia. Representan ir un paso más allá en la relajación corporal y mental. Someterse a un masaje a cuatro manos es dejar que dos personas tomen el control de tu cuerpo mientras tú te relajas para desconectar de todo, mientras notas cómo los gestos sincronizados y los movimientos estudiados de dos profesionales van liberando tu cuerpo de las tensiones. Poco a poco, trabajando cada zona sin prisas, sintiendo la delicia de la presión a cuatro manos en dos sitios distintos a la vez. Mientras tú sólo tienes que dejarte ir para que el relax sea absoluto.

Éstas son las razones por las que deberías probar un masaje a cuatro manos. Pero ése no es el título de este post. En este post lo que te proponemos es que te libres a los masajes eróticos Barcelona cuando están hechos de a dos, con cuatro manos recorriendo tu cuerpo.

 ¿Por qué? Porque un masaje erótico Barcelona a cuatro manos es la combinación del relax que te comentábamos con otras formas de placer. Si has probado un masaje erótico antes sabrás de lo que te hablamos.



En un masaje erótico puedes disfrutar de las aptitudes de una bella profesional del masaje que sólo viste un tanga. Según el tipo de masaje puedes tocarla, sentir el calor de su cuerpo, acariciar sus curvas, mientras los espejos de la habitación te permiten disfrutar de la visión desde todos los ángulos. Ella mientras recorre tu cuerpo poco a poco, con las manos y luego con el cuerpo, con los pechos, para hacerte un masaje por todo el cuerpo. Y todo el cuerpo es todo el cuerpo. No habrá rincón de tu anatomía que se quede sin recibir las expertas manos de la masajista, sin que sus caricias lo estimulen y liberen de la tensión. Y el final feliz es el broche de oro, una estimulación manual que te hará llegar al séptimo cielo.

Pues este placer… imagínatelo multiplicado por dos. Dos chicas, dos bellas masajistas que recorren tu cuerpo mientras tu acaricias a una y luego a la otra y te estremeces con sus movimientos. La sensación te estremecerá. Querrás más. Por eso debes probar el masaje erótico a cuatro manos, porque no te decepcionará en absoluto. Disfruta como nunca con los masajes eróticos Barcelona y reserva ya tu cita.

martes, 7 de julio de 2015

Consejos para escorts novatas

Empezar en un trabajo nuevo no es sencillo. Siempre hay un tiempo de adaptación y de aprendizaje. El mundo de los servicios de compañía no es una excepción. Todas las nuevas escorts en Madrid, en Oslo o en Reikiavik (¡sean de dónde sean!) se plantean las mismas preguntas a las que es necesario dar una respuesta. Así que si eres de esas nuevas escorts en Madrid o cualquier otra ciudad, lee atentamente.

Lo primero y más importante: nunca utilices tu nombre verdadero. Debes separar tu vida profesional de la personal, y para eso es necesario que elijas un “nombre para la batalla”. Elige uno que te guste y que sea atractivo. Seamos sinceros: si uno está buscando escorts en Madrid y se encuentra con una llamada Rufina Antonia de Todos los Santos, probablemente pase de largo.

Utiliza un móvil para tu vida personal y otro para tu vida profesional para separar los dos mundos. Cuando atiendas a clientes por teléfono, deja bien claro cuáles son los servicios que ofreces y cuáles están fuera de discusión. 

En cuanto a los servicios en sí, debes prestar especial atención a tu imagen. Si consultas agencias de escorts en madrid u otras ciudades grandes, verás que la imagen que dan es perfecta. Cuida de tu cuerpo, ve a la esteticien y a la peluquería con frecuencia y viste deforma sexy pero elegante. Hay agencias de escorts en madrid, así como en muchos otros lugares, que también ofrecen servicios de compañía en eventos sociales. Si quieres ofrecer esos servicios, pregunta qué tipo de evento es para ir vestida para la ocasión. Y, por supuesto, utiliza siempre preservativo.

No hables con los clientes de tu vida privada, y tampoco de tus compañeras, ya sean escorts en Madrid , en Shangai, en París o en tu propia ciudad. No las veas como enemigas, sino como aliadas. Tampoco le hagas preguntas personales. Si quieren hablar de su vida, tú escucha.

Son sólo algunos de los muchos consejos tanto para escorts de Madrid como para cualquier parte del mundo.

martes, 27 de enero de 2015

Cómo hacer porno amateur en HD y muy muy caliente

A todo el mundo le gusta el sexo. En España somos animales de sangre caliente y quien más quien menos ha fantaseado alguna vez (si no a menudo) con tener un affaire con su jefe madurito y que parece tan estricto que entre sábanas debe ser un volcán… con liarse con esa vecina sexy con la que coincide en el ascensor, cuando lo que de verdad le gustaría hacer es parar el ascensor y sacarle provecho a esa estancia tan pequeña, aún a riesgo de que los vecinos lo oigan. El sexo es lo más.




No importa si lo haces o lo ves, porque la simple excitación ya es una sensación que merece ser vivida. Aunque claro está, ya que estás caliente ¿por qué no aprovecharlo? Al modo de cada uno, con quien se quiera, como se quiera.


Y hablando de sexo si hay una cosa que motiva a las parejas es grabar sus propias escenas de sexo salvaje, de sexo cariñoso, de sexo en cualquiera de sus versiones. El porno amateur triunfa en los hogares y es también una de las categorías de porno más vistas en los portales de cine para adultos. Pues bien, hay quien en esto del porno innova y hace aportaciones tecnológicas para que la experiencia sea aún más intensa. ¿Conoces  Pornogafas.com? No pierdas la oportunidad de hacerlo porque están grabando un tipo de porno mucho más caliente que cualquier otro que puedas haber visto. Lo filman con las Google Glass y luce así: http://pornogafas.com/google-glass/videos. Las gafas de Google permiten captar cada follada con todo detalle para que cuando lo visiones te sientas en el centro de la acción, como si fueras tú quien se está follando a Nacho Vidal o como si tu pene fuera con el que juguetea Lara Tinelli.

No pierdas ni un segundo y adéntrate en el universo de placer que Pornogafas.com pone a tu alcance. Porque lo de las Google Glass está genial para ver porno, sí, pero también para hacerlo. Porque en la intimidad de tu casa y mientras te lo montas con tu pareja puedes llevar las Google Glass y grabar con todo lujo de detalles qué te hace tu pareja, qué le haces tú, cuán lejos llega vuestro vicio… y vais a tener una sesión de porno amateur grabada en HD. Luego, como buenos profesionales, claro, tendréis que visionarlo juntos para ver qué se puede mejorar y si hay que repetirlo, mala suerte, habrá que ponerse a ello, ¿no crees?

martes, 25 de noviembre de 2014

Sexo en el Expreso de medianoche

Hay lugares que favorecen que el erotismo y la sensualidad afloren con más facilidad. El espacio en si juega un papel determinado en el juego de la seducción. Sin duda el tren es uno de estos lugares. Creo que se debido a que estas un buen rato ante una persona a la cual no conoces de nada y como tienes que matar el tiempo, sale tu parte perversa de dentro y empiezas a imaginarte pasiones desbocades. Desgraciadamente en tránsito de cercanías, el trayecto acaba pronto y un golpe ella baja del tren, tú ya lo has borrado de tu memoria. Ayer pero, estuve mirando precios para estrenar el AVE en París y fue inevitable que me recordara de una experiencia que viví hace un tiempo.

Hoy los trenes por la noche ya son casi historia. La comodidad y la rapidez del AVE han acabado con muchos de estos trayectos. En una época de mi vida tuve que viajar muy a menudo en Madrid. Y lo hacía en “Costa Brava”, un tren que salía a diario de Portbou y llegaba a primera hora de la mañana en Madrid. Iba muy bien porque aprovechabas la noche para hacer el recorrido. Yo siempre lo cogía a la estación de Sant Vicenç de Calders. Soy hijo de ferroviario y uno de los privilegios que teníamos era que podíamos viajar sin pagar utilizando un documento que denominaban “kilomètric”. El tren tenía vagones de segunda y primera. Recuerdo que en los de segunda, los compartimentos eran de 8 personas e ibas cómo si fueras en una lata de sardinas. En los de primera en cambio, los asientos eran amplios y se podían reclinar. El compartimento en esta categoría eran para 6 personas. La historia que hoy os explico me pasó un verano. Yo tenía que ir a Madrid y como siempre había elegido el tren para ir. Sobre las 11 de la noche llegó Costa Brava en Sant Vicenç de Calders.

La mayoría de los pasajeros siempre subían a Barcelona, el que hacía que cuando yo me incorporaba, el resto de viajeros del compartimento ya estaban acomodados. Busqué el vagón, subí y me dirigí directamente al compartimento donde tenía la reserva. Siempre que cogía un tren le daba muchas vueltas al hecho de con quien me tocaría viajar. Pensáis que se tenía que compartir con ellos más de 9 horas de viaje y todo esto en un espacio reducido. Recuerdo aquella experiencia muy positiva. En estas situaciones la mayoría de la gente está predispuesta a mantener una relación cordial, Siempre alguno ladro, pero eran casos muy esporádicos. Volviendo a aquel día , cuando abrí la puerta del compartimento comprobé que mi asiento estaba libre y que las otras 5 butacas eran ocupadas. Cuatro hombres y una mujer. A los hombres ni los miré, pero ella, ella me puso muy nervioso. Estaba sentada a la butaca del ante la mía. Traía un vestido curtet de una ropa con colores estampados.

Tenía las piernas cruzadas y sus rodillas invadían un poco mi espacio, un hecho que ocasionó que accidentalmente me entrebanqués con ella. Nos disculpamos mutuamente y esto sirvió sobre todo, porque empezáramos a mantener una conversación entre los dos. Que pequeño son estos espacios… Hace un poco de calor , no ? …El tren trae un poco de retraso, llegaremos a la hora ? … Estos eran los temas habituales que iban bien para romper el hielo en aquellas situacins. Ella viajaba con el hombre que sentaba a su lado. El resto éramos pasajeros sin acompañante. A medida que íbamos pasando las estaciones, aquella chica y íbamos mejorando la intensidad de nuestra conversación. Ella era Joanna y viajaba con su padre en Madrid. Iban a ver a unos familiares. Era un encanto de mujer por fuera y por dentro. Estaba comprometida con un chico de Barcelona con el cual habían previsto casarse a la primavera siguiente. Ella era administrativa a la empresa familiar. Tenía el cabello castaño que le llegaba a los hombros. Los suyo labios eran la sensualidad en estado puro. Los llevaba pintados de color rojo. Su mirada era limpia, inocente, amable… El ojos oscuros hacían un contraste muy sensual con el color de su piel . Las piernas, las cuales podía observar perfectamente desde mi posición, estaban proporcionadas a la belleza global de esta mujer. Tenía unas manos de una finura extraordinaria, parecían las de una muñeca. Pero el que más me atraía de ella era su carácter amable. Era escucharla cinco minutos y te sentías atraído por ella. En pocos minutos empezamos a hablar como si lo hubiéramos hecho toda la vida.

No sé muy bien lo porque, pero conectamos rápidamente. Hacia la media noche, le dije que iba a hacer un café al bar. Cómo lo cerraban a la una, si no iba en aquel momento, ya no lo podría tomar. Ella sin dudarlo, también se apuntó. Le preguntó a su padre si quería que le trajera algo y él respondió que no. Estuvimos al bar, tomamos el café y cada vez la complicidad entre los dos era más grande. No nos dimos cuenta y ya se hizo la una de la madrugada. El camarero nos sugirió amablemente que fuéramos marchando, que él tenía que cerrar. Dejaron el bar y cuando llegamos al compartimento pudimos comprobar que su padre y los otros hombres estaban durmiendo con la luz apagada. Yo le dije que no tenía ganas de dormir, que me quería quedar un rato en la plataforma para ver como pasaba el tren por las estaciones. Ella pero, me dijo que quería intentar dormir un rato y entró al compartimento. Qué jarrón de agua fría! Pensé que aquel flirteo había acabado allá. A mí me gustaba mucho mirar por la ventana de la puerta del vagón. Ver como los pueblos pasaban de largo. Escuchar el ruido que hace el tren cuando cambia de raíl . Y si además lo podía hacer escuchando canciones de Bruce Springsteen, los kilómetros pasaban más rápido. No pasaron ni 10 minutos que Joanna dejó el compartimento y vino donde estaba yo. Me explicó que no podía dormir, que estaba un poco agobiada y que los 4 hombres estaban roncando. Así que continuamos charlando hasta que pasó en que tenía que pasar. En uno de los movimientos del tren, Joanna perdió el equilibrio y me cayo encima. Yo la cogí evitando que se cayera al suelo.

Nuestras caras quedaron una ante el otro. Nuestros ojos fijaron la mirada en los del otro. Nuestros labios quedaron separados por un solo centímetro. En aquel momento tuve la sensación que el mundo se había parado. Ya no sentía el ruido del tren. Me la miraba y dudaba en si podía o no besarla. Por la cabeza me pasaba que su padre era allá al lado, que ella estaba prometida y que todavía nos quedaban 6 horas de viaje. Pero sus ojos no me engañaban; ella también lo quería. Y fue conjuntamente que empezamos a besarnos. Nuestras bocas se fusionaron en una de suela. Nuestras lenguas jugaban entre ellas. A medida que iban pasando los minutos, el deseo sexual iba creciendo adentro de nuestros cuerpos y nuestras mentes. Mis manos tocaban todo su cuerpo. Creo que no dejé un solo espacio de su cuerpo sin que lo tocara. Mis manos le acariciaban la nuca, los hombros… Mis dedos jugaban con su espalda y los suyos hacían el mismo con mis tejanos. Mis manos tocaban su culo, primero por encima del vestido, pero rápidamente se colaron por debajo. Mientras nuestras bocas seguían compatint fluidos, mis dedos empezaron a jugar con sus bragas. Es curioso porque entre nosotros dos no intercambiamos ninguna palabra, todo era pasión. Era el momento de besarnos y manosearnos. De vez en cuando , por última nuestro pasaba algún viajero, y la Joanna los miraba de reojo, no fuera su padre que lo estuviera buscando. Nada nos hacía parar. Mis manos no paraban de tocarla. La cintura, el culo y los suyo pechos eran el destino preferido de mis manos. Yo tenía la polla cada vez más dura, y de esto se había dado cuenta la Joanna, que discretamente también tocaba por encima de mis pantalones. Yo cada vez daba un paso más en mis tocamientos hacia ella. Ya no tenía bastante al tocarle las bragas por debajo su vestido, quería llegar a su sexo. Mi mano se hizo en un lugar adentro de sus bragas .

Mis dedos pudieron tocar los pelos de su coño. Cómo si estuvieran escarbando, mis dedos se hicieron un lugar adentro de sus bragas y consiguieron que ella abriera ligeramente las piernas. Este gesto permitió que uno de mis dedos llegara hasta tocar el clítoris de su sexo. El buceo de mi mano adentro sus bragas me sirvió para comprobar que tenía el sexo muy mojado. Así, en esta posición, los dos seguíamos de cara morreandonos, empecé a masturbarla en aquel pasillo de “Costa Brava” . Ella dejó de besarme porque no podía reprimir las gesticulaciones facial que le venían fruto del placer que la invadía por dentro. Se mordía el labio mientras cerraba los ojos y emitía un suspiro de placer cada vez que mi dedo rozaba el clítoris. Yo no podía dejar de mirarla. La primera palabra que nos cruzamos, la dijo ella: “más”, no paraba de decirme que quería más. Ella intentaba tocarme, pero el placer que recibía era tanto intenso que quedó medio bloqueaba degustando aquella intensa masturbación que le estaba haciendo yo. Yo hubiera continuado hasta hacerla correrse, pero ella me sacó la mano de dentro de sus bragas y volvió a besarme.

Me giró porque mi espalda tocara la pared y mientras lo hacía, sus dos manso me desabrocharon los pantalones. Una de sus manos se puso adentro y apartando los calzoncillos, me cogió la polla y me la empezó a tocar. Sus dedos hacían un masaje suave a toda mi verga. No podía dar crédito, me estaba haciendo una paja al mismo tiempo que nos comíamos la boca. Yo la tenía cada vez más dura y ella estaba xalant de la escena, como yo había hecho antes a ella. Joanna me preguntó que quería, y respondí que quería follarla.

A pesar de que me estaba masturbando en el pasillo del tren, la posición en que estábamos era bastante disimulada. Si alguien hubiera pasado, la imagen era de una pareja enrollándose. Pero follar era más difícil de esconder. Ella puso cordura y dijo que allá nos podían pillar. Así fuimos a buscar uno de los lavabos del tren. Recuerdo que era pequeño, estrechado y seguramente estaba sucio. Digo seguramente porque yo sólo pensaba en aquella mujer, en poderla poseerla. Primero entró ella y yo a su última. Pasé el pestillo de seguridad y un golpe estábamos cerrados, ella trajo sus manos a mis pantalones y los volvió a desabrochar. Este golpe los dejó caer piernas abajo. Desprendido me desabrochó la camisa y recuerdo que sus manos no paraban de tocarme mi cuerpo. Sus labios me lamían el pecho y mi erección volvía a estar a niveles espectaculares. Mientras ella me lamía mi cuerpo, mis manos no paraban de mimarle la cabeza, la nuca y los hombros. Su lengua y sus labios jugaban a lamer y besar todo mi torso. Mica en mica, su atención fue bajando hasta que su boca llegó a la altura de los calzoncillos que tapaban mi sexo erecte. Sin sacarla de dentro de los bòxers, abrió la boca y empezó a morderla. Entre mi polla y su lengua había el tejido de mis calzoncillos. A la cabeza de un nada cogió los calzoncillos y los arrió en abajo .



Mi sexo erecte quedó ante su cara y ahora si, lo tragó adentro la boca. Empezó a lamerme la polla en aquel lavabo pequeño y estrecho. Ver mi polla adentro la boca de aquella mujer era una imagen muy morbosa. El movimientos producidos por la marcha del tren todavía lo hacían más excitante Por mucho que lo intente, creo que no podría nunca describir el morbo que me estaba produciendo aquella situación. Me lo estaba comiendo como una comilona, como si tuviera mucha hambre. Mientras ella seguía yo le informaba que me estaba dando mucho gusto. Una de sus manos me tocaban el culo y el otro la usaba para tocarme la polla de vez en cuando. Si seguía así me acabaría corriendo a su boca y no era el que yo quería en aquel momento. Así que la hice levantar, y seguimos besándonos. Recuerdo muy bien que su boca tenía gusto a mi sexo. Mientras estábamos en esta posición, volví a colar mi mano adentro de sus bragas y volví a masturbarla, este golpe sin el miedo que alguien nos puedas ver. Su cara volvió en su punto de placer que le había visto hacía un rato. Con la otra mano le desabroché la parte de arriba del vestido y quedaron sus sujetadores a cuerpo descubierto. Debajo había su pechos que empecé a lamer, a morder, a comer,,, Su pecho estaba el línea del cuerpo de esta mujer. Estuve jugando con su sexo, provocándole excitación hasta el punto que su coño estaba muy mojado. Tanto que mis dedos quedaron empapados de su excitación. Fue sacarlos de su coño y se los puse a su boca porque ella los degustara. A continuación la hice girar haciendo que apoyara sus manos a la pared. Ella quedó de espaldas a mí, y yo acerqué mi cuerpo contra el de ella. Le levanté el vestido y le bajé las bragas hasta los tobillos. No dudé al clavarle la polla hasta el fondo. El grito de placer que emitió su boca fue escandaloso. Mi polla entraba y salía del coño de aquella mujer dándome un placer extremo.

Las idas y tonadas del tren hacían aquella penetración fuera más salvaje. Yo la tenía cogida por las caderas y la penetraba con fuerza hasta el fondo. Ella no paraba de gemir, de llamar y de pedir que no parara de follarla. Os gritos que estaban amortiguados por los ruido del tren. El ritmo iba en aumento, y nuestras respiraciones se sincronizaron. Estábamos follando al mismo ritmo. Mis manos la tocaban toda. Sus pechos y su culo recibían las máximas antencions de mis manos. Ella pedía que no parara de penetrarla y yo le contestaba que se lo estaba jodiendo hasta el fondo. Sus gemidos eran cada vez más rápidos e intensos y esto me espoleó a mí a dar más intensidad a la penetración. Esta intensidad trajo a que aquella mujer tuviera un orgasmo brutal. Fue ella que me pidió que quería que yo me corriera a su boca. Así que se giró hacia mí, bajó la cabeza y con un estilo impecable, empezó a jugar conmigo, alternado la masturbación con una y la lamida con la boca. No aguanté ni un minuto. Le cogí su cabeza con fuerza y me vacié en el interior de su boca. La llené de semen y ella se lo tragó todo. Desprendido se pasó la lengua por los labios, para no dejar ningún resto pendiente de ingerir. Desprendido de aquella follada, tuvimos un tiempo para reflexionar y analizar el que había pasado. Ella decidió que aquello se tenía que quedar allá. Y yo, no la pude convencer de volver a quedar para repetirlo.

Ella tenía un planes de vida y no los quería echar por la borde. que el tren había hecho sacar la bestia sexual que tenía adentro , pero que ella esto no lo había hecho nunca. Tardamos un buen rato a volver al compartimento. Su padre no se había dado cuenta de nada. Nosotros no pudimos dormir en toda la noche. Nos miramos todo el trayecto, pero ya no nos dijimos nada más. Al día siguiente, un golpe llegamos a Chamartin, un adiós y como ella había decidido, cada uno cogió el camino de su destino.

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