martes, 28 de octubre de 2014

Déjalas sin aliento: fantasías eróticas femeninas

¿Tu mujer pasa de ti? ¿Tu amante finge orgasmos? ¿Incluso la escort que has contratado se queja de lo aburrido que eres en la cama? Amigo, tienes que admitirlo: te falta pasión. Las mujeres no son entes pasivos que se te echarán a los pies cuando saques tu herramienta, tienes que currártelo si quieres excitarlas. Puedes probar muchas maneras: con juguetitos, con salidas románticas, con juegos de roles... Pero tampoco hace falta que le des muchas vueltas, esto no es física cuántica. Hay sencillas fantasías sexuales que comparten la mayoría de mujeres y que puedes poner en práctica para dejarlas sin aliento. Aquí las tienes.

El observador


Puede que no lo admitan, pero a las mujeres les gusta sentirse deseadas... y observadas. Les gusta ser provocativas y ver como las miras y como reaccionas. Así que pon manos a la obra: proponle que haga un estriptisde cine, que se desnude para ti lentamente y que te haga un baile erótico. Y, muy importante, mírala con deseo mientras lo haces y pospón todo lo que puedas el contacto físico. Controla un poco tus impulsos y tómala cuando veas que está lista para la acción. Como ya sabrás, en el sexo los tiempos son importantes.



‘¿Has sido una chica mala?


Parece un cliché del cine porno malo, pero la verdad es que a todo el mundo le pone que le digan guarradas. A las mujeres también, por supuesto, aunque tampoco te pases. Hacer comentarios picantes en tono lujurioso ayuda a crear ambiente y puede convertir un polvo normal en una gran experiencia sexual. De hecho está comprobado científicamente: decir palabras subidas de tono acelera el orgasmo. Si te cuesta soltar guarradas puedes convertirlo en un excitante juego de roles, los juegos te ayudarán a superar tu (o su) timidez y podrás decir esas palabras tan sucias que la ponen a mil por hora.

La bestia en la cama


La mayoría de chicas tiene como hombre ideal a un hombre refinado, culto e inteligente. Sin embargo, todas quieren a una bestia en la cama que las deje sin aliento. Tú debes ser esa bestia: no tengas piedad (figuradamente, claro) y empótrala contra la pared, contra la cama, contra lo que sea. Sé salvaje y no pares hasta que llegue al orgasmo, y si pueden ser dos o tres orgasmos pues todavía mejor.

Ahora ya lo sabes, si quieres que tu pareja (o parejas) quiera repetir, haz realidad sus fantasías. Ella acabará encantada y tu autoestima subirá como la espuma.

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Imagen: osaltoalto.blogspot.com

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