Muchas de nuestras fantasías sexuales más recurrentes tienen como escenario lugares insólitos y poco comunes. La imaginación vuela sin control y nos sorprende dando forma a encuentros que difícilmente pueden producirse en la realidad. Sin embargo, existe una fantasía muy común y que muchas personas sí llevan a cabo… en pleno vuelo. El avión puede ser un escenario muy excitante. Tanto que hasta existe un club al que pertenecen aquellas personas que han dado rienda suelta a sus pasiones a muchos pies de altura. Se trata del Mile High Club.
Esta ‘hermandad’ cuenta con numerosos miembros en todo el planeta. Algunos de ellos, son miembros de honor por haberlo hecho varias veces o por ser famosos. Es el caso del actor británico Ralph Fiennes cuya fantasía le costó el puesto de trabajo a una auxiliar de vuelo de Qantas, la aerolínea australiana. Ya puestos a perder el empleo, hacerlo con una sonrisa en los labios…
Pero no queremos invitaros a que os quedéis en el paro. Si sois profesionales del sector, es mejor que busquéis otro lugar insólito. Además, el morbo de hacerlo en el avión suele ser más habitual en los viajeros, los cuales no pasan tanto tiempo en el aire. ¿Y a qué se debe esta atracción por el sexo en vuelo?
Los aviones son espacios estrechos, donde pasamos muchas horas y el aburrimiento suele hacer acto de presencia. Nada como aburrirse para dar rienda suelta a nuestra imaginación. Si vamos con nuestra pareja y ya hemos discutido y nos hemos reconciliado, lo más probable es que a uno u otro -o a ambos- le apetezca ‘soltar lastre’. Es ahí donde suele entrar el baño del avión. Un espacio aun más reducido que no deja lugar a muchas alegrías, pero que se presenta como el lugar perfecto para una relación íntima. Y es perfecto porque en un avión no hay otro… al menos en clase turista.
Si vamos solos, puede que nuestra mirada se cruce varias veces con la de otra persona aburrida. “¿Y si…?”, pensaremos entonces. Pasar a la acción ya depende de nuestra ambición por entrar en el Mile High Club. Y si no lo conseguimos siempre podemos volar con una compañía holandesa que ha tomado el mismo nombre de este club virtual. Dentro del precio del billete se incluye el sexo. De momento, este original servicio solo está disponible para hombres. Si el precio nos parece prohibitivo siempre nos quedaran los juguetes de un sex shop.
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