Es increíble ver cómo cada vez surgen más y más aplicaciones
para las Google Glass. Cuando se lanzó el prototipo, la máxima preocupación de
la sociedad era que podían suponer un grave problema de intimidad.
¿Cuándo
saber si alguien te está grabando en un determinado momento o cómo evitarlo?
Esa preocupación, si bien no podemos decir que ha pasado a la historia, sí está
siendo eclipsada por los usos que la gente está inventando para las Google
Glass.
Si hasta ahora habíamos visto usar las Google Glass para
grabar recetas u operaciones quirúrgicas, ahora llega un nuevo uso mucho menos
didáctico y, sobre todo, no apto para todos los públicos.
Porque las Google Glass se han vuelto porno. Thagson Digital Media,
una productora de cine para adultos, ha sido la primera productora española en
rodar películas para adultos mientras los actores llevaban puestas las gafas.
Con esta técnica (¿cinematográfica?), el espectador puede vivir la escena a
través de los ojos de los protagonistas.
El cartel de esta nueva forma de entender y hacer cine para
adultos lo inauguró uno de los grandes entre los grandes en el mundo del porno
español: Nacho Vidal. A su vídeo se le han ido sumando otros desde que la
página saliera a la luz. El nombre elegido para la página web le va como anillo
al dedo: Pornogafas, un resumen perfecto
del concepto alrededor del cual gira. Actualmente, es posible acceder a ella a
través de ordenadores, tablets y también smartphones.
Pornogafas representa la primera incursión del cine para
adultos español en la grabación de películas con esta tecnología. Aun así,
Thagson Digital Media no ha sido la primera en unir sexo y Google Glass. Existe
una aplicación bautizada como Sex with Glass que permite la grabación del acto
y el envío en directo de lo que ves a las gafas de tu compañero o compañera.
Esta aplicación hace mucho más, como recomendar posturas, e incluso envía el
vídeo a tu Smartphone y lo borra cuando pasan unas horas sin dejar huella.
Es un concepto muy distinto al de Pornogafas, centrado en
ofrecer al público la posibilidad de ver porno de una forma nueva (el
espectador puede elegir ver el vídeo general, en el que se combinan los típicos
planos generales con los puntos de vista de los actores, o bien ver todo el
vídeo desde el punto de uno u otro actor o actriz). Aun así, la base es la
misma: aprovechar las posibilidades de las Google Glass para darle al sexo una
nueva dimensión.
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